POESÍA, PSICOANÁLISIS, LOCURA
Conferencia Nº III
CALI-COLOMBIA -1979-
Hoy tendría que
existir la posibilidad de poder hablar de lo que no hablamos ayer, y hablar de
lo que tendríamos que hablar hoy. Entre ayer y hoy, los comentarios más
importantes que escuché, hablaban, que ustedes son una comunidad. Están
conectados por hilos invisibles. Las invisibles mallas de vuestras relaciones
sociales. De los comentarios pude desprender una inhibición que puede estar
jugando en esta relación que ambicionamos tener de otra manera y no
podemos.
Diría que el público
-ustedes- se dividen en dos, como el sujeto. Un público teme hablar porque
teme. Son los esclavos. Otro público teme hablar porque tiene que conservar el
poder ilusorio que le da el silencio del esclavo. Son los amos.
Yo diría que el niño
nace pequeño. No nace niño. No nace hombre. Es un cachorro, un animalito. No
tiene deseos, no ama, no tiene palabras, no concibe ningún otro universo que el
de sus células. Los únicos estímulos que recibe son los estímulos de sus
necesidades orgánicas.
Funciona en él lo que funciona en su aparato nervioso, en su sistema nervioso central. Lo que no funciona en su sistema nervioso central, no funciona. Como en los animalitos, como los gatitos, las ardillitas, los castores. Los castores son casi como humanos. Porque tienen que aprender todo como el niño humano, a caminar, a nadar, a construir su casa. No hablan, y no hablan porque en el cumplimiento de la función se les va la vida. Es decir, no desean.
Funciona en él lo que funciona en su aparato nervioso, en su sistema nervioso central. Lo que no funciona en su sistema nervioso central, no funciona. Como en los animalitos, como los gatitos, las ardillitas, los castores. Los castores son casi como humanos. Porque tienen que aprender todo como el niño humano, a caminar, a nadar, a construir su casa. No hablan, y no hablan porque en el cumplimiento de la función se les va la vida. Es decir, no desean.